miércoles, 12 de marzo de 2014

EL LSD ESTA DE REGRESO




La última vez que se supo sobre un estudio completo y la experimentación científica con el LSD, las cosas no salieron muy bien. 


Ahora, un buen tiempo ha pasado desde entonces, precisamente unos 40 años, y los científicos han vuelto a analizar la cuestión.

¿Qué tan peligrosa es esta droga en realidad? ¿El LSD tiene beneficios para la salud? ¿Cuál podría ser el futuro del LSD como droga administrada adecuadamente, en un entorno profesional y terapéutico? Éstas fueron algunas de las interrogantes planteadas en la reciente investigación que hoy vamos a conocer.

El estudio: investigando el LSD 40 años más tarde

Albert Hofmann, científico suizo quien accidentalmente descubrió la dietilamida de ácido lisérgico, en una representación del conocido artista psicodélico Alex Grey.

Todo estudio científico abre las puertas al conocimiento, el descubrimiento y nuevas posibilidades. Este hecho, fundamental en las ciencias, posibilitó que 40 años después de cerrarle las puertas a la investigación de la dietilamida de ácido lisérgico, un grupo de científicos de la Universidad de California, en Santa Cruz, volvieran al campo de la experimentación con LSD.

Si bien las pruebas se desarrollaron con un acotado número de apenas 12 participantes, los resultados ofrecen un fundamento suficiente como para dejar estas puertas abiertas una vez más, posibilitando un mayor estudio sobre la droga, ampliamente considerada como la droga más estigmatizada que existe.


El estudio, titulado Seguridad y eficacia del ácido lisérgico asistido en la Psicoterapia de la ansiedad asociada con enfermedades potencialmente mortales, se publicó recientemente en un artículo de laJournal of Nervous and Mental Disease y podrás acceder a la totalidad del mismo mediante un enlace que te facilitaré al final de esta publicación. En esencia, el objetivo del estudio fue el de determinar si cuando se administra en un entorno terapéutico con base médica y científica, disminuye la ansiedad que experimentan aquellas personas que enfrentan enfermedades que amenazan la vida y el bienestar individual.

Según Rick Doblin, presidente y fundador de la Asociación Multidisciplinaria para Estudios Psicodélicos:

“Este estudio es histórico y marca un renacimiento de la investigación de la psicoterapia con LSD asistido (...) Los resultados positivos y las pruebas de seguridad muestran claramente por qué es necesario realizar estudios adicionales, más grandes.”

El hecho de que el LSD se puede aplicar con fines terapéuticos y que tiene beneficios comprobados en determinados pacientes, se conoce desde hace décadas en la comunidad científica. El estudio de esta sustancia comenzó exactamente en 1949, pero con fines más acordes a la época, el contexto bélico y también histórico, aplicándose con el objetivo de inducir enfermedades mentales. No obstante, poco después se descubrió que ciertos aspectos de la droga resultaban beneficiosos.


Para 1965, ya se habían publicado más de 1000 estudios académicos sobre el LSD en los cuales se anunciaba la eficacia de la dietilamida de ácido lisérgico en aplicaciones terapéuticas. Profesionales la habían aplicado para tratar el alcoholismo y habían obtenido resultados exitosos, durante la década de los 60 se empleó para reducir los síntomas de la ansiedad, la depresión e incluso el dolor en pacientes terminales con cáncer. Beneficios similares a los que se consiguieron en tratamientos con hongos y setas y que de hecho, aún hoy, se utilizan legalmente en diferentes partes del mundo para tratar distintas enfermedades, siempre con el mismo resultado.

El psiquiatra Stanislav Grof, uno de los fundadores de la psicología transpersonal y un pionero en el desarrollo de los estados alterados de la conciencia para la sanación, crecimiento e introspección de los pacientes, fue uno de los principales investigadores en torno a la aplicación terapéutica del LSD durante la década de los 50 y 60, generando amplia y detallada información acerca de los efectos alucinógenos de la droga, la forma en la que intervenía en los trastornos mentales y también la adicción, la cual hoy es sabida inexistente. Los estudios de Grof evidenciaron el gran potencial de la sustancia en éstos términos, la cual parecía acelerar el tratamiento de distintas enfermedades mentales de forma exponencial.

Sin embargo, haciendo caso omiso a estas evidentes y prometedoras propiedades, el gobierno de EE.UU. prohibió la sustancia en 1966, dado la masificación del consumo de la droga con fines recreacionales, el comercio y los efectos adversos que se desarrollaban por el consumo fuera del ámbito profesional. Además, sucesos como el del caso de Timothy Leary, profesor de Harvard quien realizó experimentos ilegales con LSD y administró la droga a estudiantes de pregrado, así como la negra historia del MK Ultra, ya mencionada, también contribuyeron a la prohibición del uso del LSD.

Los resultados del nuevo experimento y el futuro del LSD

Si bien la droga aún posee un fuerte rechazo y una intensa estigmatización social, perfectamente entendible considerando los sucesos de las últimas décadas, el nuevo estudio confirma muchos de los hallazgos que se realizaron en aquel entonces. Los investigadores reclutaron 12 pacientes diagnosticados con enfermedades relacionadas con la ansiedad en nivel de alto riesgo, seleccionados al azar, 8 recibieron sesiones libres de psicoterapia sin consumir drogas además de 2 sesiones de LSD asistido entre 2 y 3 semanas.


A 4 participantes se les administró un placebo durante la terapia, los cuales se aplicaron a modo de control. La administración del LSD ayudó a estimular un “estado psicodélico de profundidad”, permitiéndole a los participantes alcanzar lo que describieron como un estado onírico emocionalmente intensificado.

Tras un seguimiento de 2 meses de duración, los investigadores observaron una significativa reducción en las emociones relacionadas con la ansiedad, la depresión y también las fobias, en aquellos pacientes que recibieron la terapia conjunto a las dosis de LSD. Por otra parte, estos estados incrementaron en aquellos que únicamente recibieron psicoterapia. Por último, la mejora en los pacientes que fueron tratados con LSD, lograron sostener el bienestar y las mejoras en cuanto a sus trastornos durante el resto del año.


Los autores del estudio dejaron en claro que se trata sólo de una investigación preliminar y de una muestra pequeña, siendo los resultados aún poco concluyentes. No obstante, al combinar los hallazgos de este nuevo estudio con los otros tantos de décadas anteriores, los investigadores retoman la cuestión de lo prometedor del LSD en su aplicación terapéutica y aseguran esperar que sirva de inspiración para futuros estudios científicos serios y legítimos, el derrumbamiento de los estigmas hacia la sustancia y exploración de posibles aplicaciones médicas a futuro.


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