lunes, 10 de marzo de 2014

DE GRANDE QUIERO SER ...


1863

“El hombre cuyas dotes sexuales son principalmente el valor y la fuerza, debe dar, y dará a la mujer, protección, alimento y dirección, tratándola siempre como a la parte más delicada, sensible y fina de sí mismo, y con la magnanimidad y benevolencia generosa que el fuerte debe al débil, esencialmente cuando este débil se entrega a él, y cuando por la sociedad se le ha confiado. Que la mujer cuyas principales dotes son la abnegación, la belleza, la compasión, la perspicacia y la ternura, debe dar y dará al marido obediencia, agrado, asistencia, consuelo y consejo, tratándolo siempre con la veneración que se debe a la persona que nos apoya y defiende, y con la delicadeza de quien no quiere exasperar la parte brusca, irritable y dura de sí mismo”. (Artículo 15 de la ley de Matrimonio Civil).




1875

”Si las muchachas mexicanas son ignorantes, muy rara vez se les echa de ver. Poseen, por lo general, un tacto sorprendente y nunca corren el riesgo de salirse de su medio, y jamás una palabra o un gesto traicionan su ignorancia del tema que se discute. Aunque raras veces graciosas, nunca se aturden y siempre conservan el dominio sobre sí mismas. Tienen mucho talento natural, y cuando ha sido educadas con esmero, no hay mujeres que puedan superarlas”. (La vida en México, Marquesa Calderón de la Barca).

1889

“Si nosotras somos inferiores al hombre, si, como él, no podemos siempre usar del libre albedrío, si no podemos como él, mojar nuestros labios en ese licor embriagador que se llama libertad, poseemos también algunas ventajas que, moralmente, nos hacen a veces superiores a los hombres (…) dejémosles el mando que todas las leyes divinas y humanas les han conferido (…) si los hombres dan gloria, nosotros damos felicidad”. (El hijo del trabajo, capítulo: “La misión de la Mujer”).

1898

”La mujer tiene altos destinos que llenar, sea cual fuere el estado a que Dios la llame, y por lo tanto es fuerza que se disponga a cumplirlos debidamente desde la niñez; fuerza es que derrame desde sus primeros años en su corazón las simientes que deben producir con el tiempo hermosos y sazonados frutos: fuerza es, en suma, que comience desde muy temprano a formar esa belleza del alma que debe sobrevivir a la del rostro”. (Libro de lectura corriente especial para las escuelas primarias de niñas de la República Mexicana).

1904


”El destino de la mujer no es brillar, sino cuidar de la dicha del hogar doméstico: no debe ser la mujer dentro de su casa el blandón que deslumbre hiriendo los ojos, sino la dulce y pura lámpara que alumbre hasta los más escondidos rincones; su tarea es modesta, silenciosa, vulgar algunas veces, y otras dolorosa; mas en cambio, de ella depende la paz, la alegría y el bienestar de la familia”. (Las Niñas Mexicanas, Juan de la Torre).

1910

“A todas nos decían ‘Adelitas’ porque éramos revolucionarias, éramos de tropa. Pero la mera Adelita era de Ciudad Juárez. La mera Adelita, ésa decía: ‘¡Orale, todos a entrar y el que tenga miedo que se quede a cocer frijoles!’. Y balazos y balazos y el que no obedecía ¡lo mataba ella misma! Era muy valiente. Juana Gallo vendía tacos, garnachas y todo en la tropa; pero tuvo un encuentro que ahí ‘jué’ donde subió ella. Tuvo méritos. Le entraba bonito a combatir en combate y en contra de gavillas de cinco o seis.


Entonces había la Marieta. Es como todo si uno es loco les da por su lado a los hombres. La Marieta no era de arranque pa’ combatir ni para entrar a una plaza. Entra uno a combatir, a guerrear a sangre y fuego. ¡A matar y a que lo maten! Marieta, ella servía para traer a toda la tropa de cabeza, ¡muy enamorada! Había también Petra, Soledá, muchas, la mayoría de nosotras, todas juntas ¡sí servíamos pa’ combatir!”.

(Tomasa García).

1929

“El objeto de esta reunión ha sido decirles que hasta ahora las mujeres solo han dedicado su atención a los cuidados domésticos, no obstante haber participado y compartido los sufrimientos de los hombres en los asuntos políticos y de importancia general. De un extremo a otro del país y teniendo en cuenta el hecho de que el país entero se encuentra ahora en profunda conmoción debido a la elección presidencial, conmoción que llega a los hogares y toca nuestros corazones de mujer, nosotras, que sentimos patriotismo con la misma intensidad que los hombres, pensamos que es conveniente unificar nuestra opinión para ayudar a nuestros hombres en este momento histórico”. (Antonieta Rivas Mercado)

1947

“En la realidad jurídica mexicana, la mujer ya ha ganado esta condición de equiparamiento con el hombre, es decir, se le ha reconocido como sujeto de derecho a excepción de los derechos políticos que se le negaron; primero porque se le conceptuó con menos preparación que el hombre y, después, cuando su capacidad cultural fue mayor, su condición económica fue superada y su intervención en la vida social definitiva, se alegó que su conciencia estaba dominada por el clericalismo y carecía, por tanto, de libertad para ejercer el derecho de voto, poniendo en peligro el adelanto social alcanzado por la Revolución. (…) Para hacer patente el propósito del Gobierno mexicano de establecer una igualdad de tratamiento entre los hombres y las mujeres que componen nuestra sociedad y establecer, de este modo, un régimen de dignidad democrática, sería menester que la mujer mexicana fuera designada para ocupar cualquiera de los tres principales cargos de las Secretarías de Salubridad y Asistencia y de Educación: En ésta, porque el mayor por ciento del magisterio está sustentado por mujeres, y porque la escuela es una prolongación del hogar; en aquella, porque las funciones de asistencia son esencialmente femeninas” (Amalia Castillo Ledón, Justicia Humana a favor de la Mujer”, Novedades 15 de enero, 1947.



1948

”¿Vale la pena, entonces, dejar de ser ‘MUJERES’ para que a la última hora, las que realmente tienen méritos y cultura, se queden rezagadas? Si vamos a imitar a los hombres, si vamos a seguir sus mismos procedimientos, entonces, ¿a qué hablar de depuración?, ¿a qué insistir en que sólo la puede realizar una obra noble y buena? En México abundan las mujeres que valen. Pero a ésas nadie las llama nunca. Nadie las toma en cuenta. A menos que sean como ‘las otras’, jamás serán escuchadas. Dígase lo que se diga, la armonía es cosa difícil de conseguir entre las mujeres. Existen en nuestro sexo demasiadas pasiones. Demasiadas cosas que nos impedirán, a menos que nos pongamos de acuerdo, hacer algo útil. México necesita de la colaboración de la mujer inteligente. De la que se preocupe realmente de las demás mujeres. De la que (se ponga) a luchar para levantar a la caída y evitar que resbale lo que está al borde del peligro. Mujeres que hagan obra social depurada y limpia”. (“Las Mujeres Toman Posiciones”; Rosario Sansores, Novedades).

1952

“La presencia de doña María era un aviso de una de las primeras leyes que emitiría Ruiz Cortines en diciembre de 1952: la concesión de los derechos políticos a las mujeres, que a partir de ese momento podrían votar no sólo en las elecciones para diputados, como ya había ocurrido en 1949, sino ¡en las presidenciales también! Sin embargo, esta medida, que sin duda estaba muy bien, no significaba gran cosa para la condición de las mujeres en México, que eran educadas para el matrimonio. Por supuesto, muchas de ellas cursaban ya estudios universitarios, pero la mayoría, de estudiar, se preparaba para la “carrera comercial” y podía aspirar a la maravilla de ser ¡secretarias ejecutivas o ‘parlamentarias’! Otras, a quienes no atraía el gran futuro de ser ‘secres’, estudiaban para educadoras o, incluso, para maestras”. (Tragicomedia Mexicana 1, José Agustín).

1960


La píldora anticonceptiva comienza a venderse en los Estados Unidos.

1968

”¡No a la píldora!”. En la encíclica Humanae Vitae, publicada en julio de 1968 por el Papa Paulo VI, se prohíbe el consumo de la píldora “porque hace imposible la procreación”.


1973

“La caridad cristiana hizo a la mujer la merced de concederle, al menos en teoría, una igualdad espiritual con el hombre y una susceptibilidad de salvación o de condenación a la vida eterna. Pero mientras durara la vida transitoria, en este valle de lágrimas, la mujer tendría que estar absolutamente sujeta (desde el punto de vista económico, intelectual y social) a quien fungía como cabeza de la familia que no podía ser otro que el padre, el hermano, el esposo, el cuñado, el varón que por su edad, su saber y su gobierno, poseyera la autoridad máxima dentro del núcleo familiar”. (Mujer que sabe latín, Rosario Castellanos).

1982

” Propuesta por el Partido Revolucionario de los Trabajadores, Rosario Ibarra de Piedra se convirtió en la primera mujer candidata a la Presidencia de la República y obtuvo 1.7 por ciento de la votación nacional”. (Milenios de México, Humberto Musacchio).

1999

Cecilia Soto se lanza como candidata a la presidencia de la República por el Partido del Trabajo.

1999

Rosario Robles es la primera mujer que gobierna la capital del país.

2002

Hoy por hoy, cuando se le pregunta a una niña de diez años: “¿Qué quieres ser de grande?”. Con toda llaneza y espontaneidad, responde: “De grande quiero ser gobernadora…”

Tuvieron que pasar muchos, muchos, muchos años, para escuchar, de boca de una niña, una respuesta semejante…

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