martes, 28 de enero de 2014

LA MAFIA MONTESSORI


Los triunfadores de la "Mafia Montessori"

El escritor estadounidense Peter Sims asegura que haber estudiado en escuelas que siguen el método de la educadora italiana María Montessori puede ser el secreto del éxito de los fundadores de Google, Amazon, SinCity y Wikipedia, entre otras personalidades de la elite más creativa.

¿Qué tienen en común los fundadores de Google, Amazon, SinCity y Wikipedia? Además de ser emprendedores de éxito vinculados al mundo de la tecnología e internet, Larry Page, Sergei Brin, Jeff Bezos, Will Wright y Jimmy Wales pasaron por colegios Montessori.

JIMMY WALES

LARRY PAGE


Este método de enseñanza fue creado hacia finales del siglo XIX y principios del XX por la científica y educadora italiana María Montessori. Sus ideas se extendieron rápidamente por Occidente y en numerosos países se abrieron colegios bajo su influencia.

Ahora, casi un siglo después de su nacimiento, esta filosofía educativa centrada en el niño en lugar de en el maestro parece dar sus frutos en la elite más innovadora del mundo.

De hecho el escritor, emprendedor y columnista de The Wall Street Journal Peter Sims ya habla de la “Mafia Montessori” para referirse al puñado de triunfadores y famosos egresado de sus aulas (a los nombres mencionados hay que sumar, entre otros, los de la cocinera Julia Child, el rapero Sean “P.Diddy” Combs, el Nobel colombiano Gabriel García Márquez, el arquitecto argentino Clorindo Testa, el ilusionista David Blaine, el guró del management Peter Drucker y la niña víctima del Holocausto Ana Frank).

La que fue la primera mujer en practicar la medicina en Italia dedicó varios años a observar cómo aprendían los niños, especialmente durante la primera infancia.

María Montessori concluyó que aprenden mejor y más rápido si se encuentran en un entorno apropiado para ello, adaptado a sus necesidades específicas, colaborativo, dialogante y motivador, que atiende a sus diferentes niveles de desarrollo y fomenta la curiosidad y la experimentación.

Esas cualidades están muy presentes en la filosofía de empresas como Google. El propio Brin reconoce las similitudes, y por tanto la influencia de su educación. “Montessori de verdad te enseña a hacer las cosas por tu cuenta, a tu propio ritmo y tiempo”, declara en el libro de Steven LeyIn The Plex: How Google Thinks, Works, and Shapes Our Lives, segúnrecoge Alex Beam en el Boston Globe.

Y añade: “Era un ambiente muy divertido y juguetón. Como Google”.

Wright también admite el efecto que ha tenido en su desarrollo profesional este método de aprendizaje alejado de programas de estudio inamovibles y exigencias unánimes en las clases. “Montessori me enseñó la dicha que produce el descubrimiento”, ha dicho alguna vez.

A la luz de estas revelaciones, Sims se pregunta si habrá algo en el método Montessori que favorezca la creatividad y la inventiva.

Para la presidenta de la Asociación Montessori española, María Jesús Abaroa, no hay duda. “Un colegio Montessori fomenta el bienestar de los alumnos, su imaginación y creatividad y el aprendizaje diversificado y sensorial”, señala.

“En una clase Montessori, a diferencia de una tradicional, los niños están siempre haciendo cosas, aunque no todos la misma. Están todos muy activos y no hay gritos”, asegura.

Entre otros detalles, en un aula afín al método hay mobiliario adaptado, mucho material didáctico, alumnos trabajando solos o en grupo en diferentes proyectos, más movilidad y orden. Si se aplica a rajatabla también hay alumnos mayores enseñando a los más pequeños y mucha libertad a la hora de continuar con tareas que resultan más gratas aunque se deban posponer otras del currículo escolar.

Esta corriente habla también de “períodos sensitivos” con características particulares y distintas necesidades educativas entre el nacimiento y los 6 años.

Además divide la infancia y juventud en etapas de seis años: a los primeros los llama Mente absorbente, entre los 6 y los 12 del razonamiento, la imaginación y la memoria, de 12 a 18 de la formación de la personalidad social y entre los 18 y los 24 de la vida real.

Sims apunta que en la mayor parte de los colegios se deja poco espacio para la prueba y el error, los proyectos personales y la experimentación, y en cambio se pone mucho énfasis en obtener respuestas correctas y lecciones memorizadas.

Como señala el escritor, puede que para la mayoría sea muy tarde para apuntarse a una escuela Montessori, pero no lo es para cambiar la forma en que les enseñaron a pensar y empezar a cuestionarse a uno mismo y al orden establecido y a confiar en sus propias ideas e instinto. A algunos les ha funcionado muy bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario