martes, 14 de enero de 2014

ESTUDIO DEMUESTRA QUE LAS NOTAS QUE EMPIEZAN CON "ESTUDIO DEMUESTRA" NO SIEMPRE SON VERDADERAS




“Según un estudio científico“ se puede convertir en una frase muy dañina a la hora de analizar la relación entre videojuegos y desórdenes mentales.

La discusión acerca de si los videojuegos son dañinos para la salud mental de los jóvenes ha sido larga y nebulosa. Las conclusiones no han sido tajantes, no podrían serlo, en realidad, porque el tema tiene fronteras difusas entre la neurobiología, la psicología y la sociología.

Muchos hemos querido apegarnos a la idea de que los videojuegos son buenos basados en nuestra propia experiencia, pero es en temas como estos en donde internet se convierte en un conducto de información contradictoria, amparada por nombres de universidades, profesores y opinólogos de las pantallas.

Recientemente, Games and Learning, publicó una nota basada en un estudio que afirmaba que los videojuegos no son malos para los jóvenes; de hecho, el título de la nota era Los videojuegos no tienen un impacto negativo en los niños: revela un estudio en el Reino Unido. La página afirma que:

“Un estudio masivo con alrededor de 11 mil jóvenes en la Gran Bretaña encontró que jugar videojuegos, incluso a la edad de 5 años, no conduce a futuros problemas de comportamiento.”

Aquí es donde la cosa se pone difícil pues pocos pensaron en leer el estudio completo citado por el artículo y muchas personas en Twitter compartieron el supuesto hallazgo. En realidad, el estudio tomó datos de uno más grande llamado U.K. Millennium Cohort Study, un estudio acerca de la conducta de miles de niños observados por una década.

El artículo de Games and Learning no se preocupa por citar que el primer estudio abordó sólo el problema de si los niños que tenían 5 años y jugaban muchos videojuegos, habían cambiado radicalmente su comportamiento a los 7 años; resultados que, en el primer estudio, se basaba en las declaraciones de las madres.




Muchísimos aspectos fueron excluidos del estudio, aspectos sociales y neurológicos, dato que ningún artículo se molestó por mencionar.

En realidad el estudio que cita Games and Learning concluyó lo siguiente:

“Nuestros hallazgos no demuestran que, intervenciones como reducir la exposición a las pantallas mejorará el ajuste psicológico. Es cierto que sí sugieren que esas intervenciones con respecto a la familia y a las características del niño, en lugar de enfocarse en una exposición a las pantallas, es más probable que se refleje en mejores resultados.

Conclusiones: La Televisión y no los juegos electrónicos, predijeron un pequeño incremento en los problemas de conducta. El tiempo de exposición no predijo otros aspectos de ajuste psicológico. Un trabajo futuro es necesario para establecer mecanismos causales.”

Es decir, algunos vínculos fueron encontrados entre la exposición a las pantallas (especialmente cuando se trata de televisión) y pequeños cambios negativos de comportamiento, pero no habla acerca de los factores ambientales, ni el entorno social, ni el desarrollo neurológico de los niños, además de que, bueno, se reduce solamente al rango de edades de 5 a 7 años, no más.

No estoy insinuando que estos resultados no sean relevantes pero la manera en que se manejan en algunos medios es tramposa. Sitios como MSN UK, Slashgear, Nintendo Life, Kotaku.au publicaron estos resultados con el mismo tono victorioso.

El asunto es que, estas notas son tan perjudiciales como aquellas que afirman con datos parciales que los videojuegos son malos. Alguna vez escribí al respecto de los videojuegosque su relación con la violencia o los desórdenes mentales está igualmente vinculado con la biología que con la sociología, e incluso, que nos ayudaría a pensar más claramente voltear a ver la historia de la relación entre los productos culturales y la violencia.

El numerito nos enseña algo que se vuelve cada vez más apremiante en el periodismo digital, que las fuentes y los estudios científicos deben tomarse con las debidas pinzas críticas.

FUENTE

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