sábado, 12 de marzo de 2011

¡DOS MADRES! ¡UN PADRE! ¡QUÉ FAMILIA TAN POCO CONVENCIONAL! A VER, A VER, ¿CÓMO ESTÁ ESTO? ¿QUIERES AVERIGUARLO?




La familia gay perfecta. Mucho más perfecta que las familias reales, porque en la familia de "Los chicos están bien" ("The kids are all right") los problemas –muchos e intensos– se hablan, se discuten, se transforman en savia que alimenta la vida. Entre tantos bocados de realidad como llevamos, entre tanto silencio y personajes rotos, con tantas películas pobladas de presidiarios, sociópatas, horribles mutilados y obsesos religiosos –¡ah, la dura realidad!–, laBerlinale nos había ofrecido, con Los chicos están bien, un espacio para soñar y ser tristemente feliz. Lo que dura el filme de Lisa Cholodenko.

La familia de Los chicos están bien está formada por Nic, una mamá (Annette Bening), y Jules, la otra mamá (Julianne Moore), y por dos hijos estupendos, Joni y Laser, resultado de la inseminación artificial. Joni, en honor de la cantante Joni Mitchell, lo que nos sitúa en el espacio ético y mental de las dos progenitoras. Una joven en crisis bien interpretada por Mia Wasikowska, con toda la vulnerabilidad y la inteligencia que requiere una joven brillante y sensible de 18 años. Y Laser, el chico, un chaval de quince, melancólico y confundido (Josh Hutcherson). Ambos son el resultado de una donación de esperma de Paul, el padre inexistente y lejano (Mark Ruffalo) que, por una llamada de Joni, la hija probeta, entra finalmente en la vida de esa familia perfecta. O casi: Nic tiene mal carácter, bebe más de la cuenta, y Jules se siente poco valorada...

Los sentimientos en juego son complejos. Y las situaciones, imprevisibles, ricas en matices. Mark quiere un lugar en esa familia, y su llegada creará tensiones. No vale la pena contar más, porque detrás de todo hay una sinfonía de actuaciones. La tres veces candidata al oscar Annette Bening estuvo para una cuarta candidatura, con su interpretación de una lesbiana con carácter, nada atolondrada. ¿Y qué decir de Julianne Moore? Que su trabajo en este filme la sitúa en la misma liga que la imbatible Meryl Streep. O sea, sensacional.

La familia homosexual vivida con naturalidad, pues. Donde lo que importa son las relaciones entre las personas. En toda su falsedad de película "I feel good", Los chicos están bien habla de cosas importantes, como saber por qué, a pesar de todo, las familias se mantienen unidas. Y lo hace, además, de forma divertida, inteligente y emotiva. lavanguardia.es


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