lunes, 25 de octubre de 2010

De BRAULIO PERALTA en MILENIO: La letra desobediente. NECROLÓGICA



Necrológica
MILENIO•Tendencias

2010-10-25


1. La muerte de alguien tan importante en las letras, Antonio Alatorre, se dio a conocer a través de un boletín de prensa del Conaculta. Alatorre escribió la historia del castellano, Los 1,001 años de la lengua española. Sólo ese libro lo hace universal. Y eso, ser universal, no sirve para la fama, o para ser reconocido por institución alguna, salvo los verdaderos lectores o especialistas del tema.

Sé que vendrán muchos reconocimientos y más lectores. Sé que en realidad no murió, porque su literatura le sobrevive. Sé que El brujo de Autlán perdurará por siempre: una aproximación novelesca a los procesos de la Inquisición, un homenaje del escritor al lugar donde nació, una advertencia del retroceso posible a la ignorancia estilo Juan Sandoval Íñiguez.

2. Consuelo Sáizar anuncia por Twitter la muerte del poeta Alí Chumacero, a los 92 años. Y así se difunde en los diarios de México. Nayarita como la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Chumacero recibió ayer un homenaje luctuoso en el Palacio de Bellas Artes.

La disposición de Alatorre no dio pie a esas manifestaciones públicas. Leímos en La Jornada: “Antonio Alatorre falleció (el 21 de octubre). Por instrucciones expresas suyas, no habrá velorio, ritos, ceremonias, homenajes ni ningún otro exorcismo. A quien lo quiera recordar le pedimos que lea sus libros. Lo participan con dolor su esposo, Miguel Ventura, y sus hijos Silvia, Gerardo y Claudio”.

El mensaje, acaso, pueda servir para acabar con ese boato de llevar a la menor provocación a los intelectuales y artistas ilustres a Bellas Artes y, mejor, ocuparse en difundir la obra de nuestros más prestigiados creadores. (Aclaro: No soy fan de Chumacero: no revolucionó las letras universales con su poesía rígida).

3. Alatorre fue de los pocos que “enmendó” las páginas de Octavio Paz en su libro Sor Juana o las Trampas de la fe. Lo escribió en la extinta revista Equis, Cultura y Sociedad: “Hice una lista de más de cien errores y se la mandé con un recadito… Un libro tan importante debería estar limpio de estas manchas… La respuesta de Paz fue: ‘Eres muy generoso…eres un lince…! Cuántas cosas encontraste!’... En la segunda edición se corrige casi todo lo de mi lista y en el prólogo se añade… ‘Alatorre revisó ’… Lo cual es ambiguo…”

Alatorre, trascendente como Octavio Paz, se fue silencioso y en paz.
braulio.peralta@milenio.com

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