viernes, 15 de octubre de 2010

ADINA CHELMINSKY en DOKTOR DINERO, su columna en Excélsior

Deuda buena vs. deuda mala

Las primeras son aquellos préstamos que usamos para adquirir cosas necesarias que no podemos conseguir de contado; las otras son los que usamos para pagar cosas innecesarias.

Adina Chelminsky

Doktor Dinero: Hay gente que dice que la única manera de vivir bien es endeudándote. pero otras opinan que deber es el peor error de las finanzas personales. ¿Quién tiene la razón? Gracias, AS.

¡¿Deber o no deber?..! Esa no es la pregunta. En un mundo en donde el crédito es tan fácil de conseguir (particularmente con "el poder de tu firma") y las tentaciones de consumo son tantas, es difícil juzgar si uno debe o no disponer de dinero "prestado" para poder financiar la vida. Es casi un hecho que todos lo vamos a utilizar en algún momento u otro de nuestra vida.

Entender el mundo moderno sin crédito es imposible, por lo que es imposible tomar una "posición de esquina" al juzgar las deudas; no se puede hablar de "o todo o nada", ya que este es un caso en donde la realidad no es blanca ni negra, sino de diferentes tonos de gris: No es cuestión de utilizar o no crédito para financiar nuestros consumos sino juzgar nuestros hábitos con base en tres aspectos fundamentales:

1. ¿Cuánto debemos?

2. ¿Cómo lo debemos?

3. ¿Por qué lo debemos?

Cuánto

Odio las "recetas de cocina" o fórmulas que pretenden dar un parámetro de lo que es correcto y lo que no, ya que la situación de cada uno es diferente y es muy arriesgado generalizar; sin embargo, en términos generales se recomienda que tu "razón de endeudamiento" debe ser menor a 15 por ciento.

Esta "razón" mide el porcentaje de tus ingresos mensuales que destinas a pagar tus créditos y que, por ende, no puedes usar ni para tus gastos corriente, ni para ahorrar. Entre mayor sea este número, más "apretado" te sentirás (vas a sentir que el dinero no te alcanza "hasta el fin de la quincena" y estarás en riesgo de incumplir en tus pagos generando aún más intereses o cargos adicionales).

Cómo

No es lo mismo a quién le debes. Cada una de tus deudas tiene un costo y un plazo diferentes, de acuerdo con el tipo de crédito que sea. Idealmente tus créditos deben ser con la menor tasa de interés posible y con un plazo de vencimiento lo mayor posible. El dinero "prestado" por las tarjetas de crédito es el más caro posible, las tasas de interés son generalmente altísimas y las condiciones de pago extremadamente presionantes, ¡LIMITA SU USO!

Por qué:

Quizá el aspecto más importante para poder juzgar si haces buen uso del crédito es analizar para qué lo usas. Para poder hacerlo necesitas determinar a cuál de estos dos tipos están destinadas la mayor parte de tus deudas:

Deudas buenas: Son los préstamos que usamos para adquirir cosas necesarias que no podemos (o no es conveniente) pagar de contado. Estas son compras que no sólo implican un placer momentáneo sino que generan un beneficio de largo plazo ya sea en dinero (como las utilidades futuras al invertir en un negocio) o en otros "premios" intangibles (como la seguridad de tener un hogar propio o el provecho de dar una educación universitaria a los hijos o a uno mismo). Dentro de este grupo de deudas se encuentran los préstamos hipotecarios, los créditos educativos e incluso otras deudas destinadas a facilitar la vida (pregúntale a cualquier ama de casa si el tener una lavadora de ropa no es un artículo que vale la pena comprar).

Deudas malas: Por el contrario, son aquellos préstamos que utilizamos para pagar cosas que realmente no necesitamos (más bien las compramos en la calentura del momento o por presión del medio ambiente) y que definitivamente no podemos solventar, por lo que nos endeudamos para adquirirlos. Por lo general estos son bienes no duraderos que empiezan a perder valor en el momento que pasa la emoción inicial por haberlos comprado. Esto no quiere decir que son productos que no debemos comprar jamás, simplemente que es una tontería endeudarnos para adquirirlos.

Ahí está el detalle. Ahora, distinguir si una deuda es buena o mala no es tan claro como parece. A pesar de que hay artículos en los que esta diferencia es muy clara (dinero para iniciar un negocio vs. dinero para comprar una TV de plasma), existen muchos otros créditos que caen en un área gris; lo que para una persona puede parecer una necesidad, otra lo puede juzgar como algo superfluo, incluso el mismo artículo puede ser o no necesario para la misma persona bajo diferentes circunstancias (comprar tu primer auto es una necesidad, cambiar de auto cada año no lo es).

Doktor Dinero

Por Adina Chelminsky

Especialista en finanzas personales.


www.doctordinero.com

adina@doktordinero.com

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