viernes, 27 de agosto de 2010

DOKTOR DINERO de ADINA CHELMINSKY en Excelsior

Cómo educar financieramente a los hijos: ¿Eres un buen maestro?
Enseñarles el manejo “inteligente” del dinero es un proceso que depende no sólo del entorno sino también del carácter y necesidades particulares de cada niño.

Adina Chelminsky


Primera de tres partes

Este regreso a clases, los niños van a cambiar de maestro, pupitre y curriculum escolar. Pero si hay una materia que seguro no van a recibir es la de Cultura Financiera, en donde se les enseñe cómo manejar bien el dinero que tienen y que, más importante, van a generar en el futuro.

Muchas veces esta tampoco es una materia que podemos dar en casa porque nosotros mismos no sabemos, bien a bien, cómo manejar nuestro propio dinero. Si ser padres no es nada fácil.

El mundo en el que hoy vivimos está cada vez más enfocado a temas económicos, no darles a los niños las armas de finanzas adecuadas es casi tan peligroso como no enseñarles a leer y a escribir.

Así es que este inicio a clases lo quiero empezar con una serie de tres artículos sobre cómo enseñar a los niños a manejar adecuadamente el dinero.

Enseñar a sus hijos el manejo “inteligente” del dinero es un proceso que depende no sólo del entorno sino también del carácter y necesidades particulares de cada niño por lo que (inclusive entre hermanos) no existen reglas escritas en piedra, lo único infalible es educar con el convencimiento de que los hijos se conviertan en adultos informados, que sepan tomar, en la mayor parte de los casos, decisiones adecuadas.

Primero que nada tómate cinco minutos y evalúa cómo estás educando a tus hijos en temas de dinero...

1) ¿Cuándo se debe empezar a tratar el tema de dinero con los hijos?:

a) Cuando empiecen a ganar su propio dinero.

b) Desde que empiecen a ir al kinder.

c) Cuando aprendan a sumar y restar.

d) Tan pronto como los niños muestren curiosidad sobre los temas de dinero (por ejemplo cuando empiecen a cuestionarse sobre el precio de las cosas o lo cuestionen si algún objeto es caro o barato).

2) Tu hijo chico (2 ó 3 años) saca un dulce de una tienda sin pagarlo, tu:

a) Te enterneces y suspiras (después de todo, es algo que todos los niños hacen).

b) Lo regañas: “La gente va a decir que estoy educando a un ladronzuelo”.

c) Devuelves el dulce sin que el niño se de cuenta.

d) Acompañas al niño de regreso a la tienda, lo haces devolver el caramelo y le explicas que en una ocasión posterior (si se presenta) quizás puedan comprar otro.

3) La mejor manera de que los niños aprendan sobre el buen manejo del dinero es:

a) No vale la pena esforzarse mucho por enseñarles, el buen manejo del dinero está en los genes (hay niños a los que se les da y otros a los que no).

b) Que lean libros, tomen clases en centros especializados y lo busquen en internet.

c) Que convivan con gente que usted considera consciente y capaz en el manejo del dinero.

d) Con el buen ejemplo de los padres.

4) ¿Cuánto debe recibir un niño de semana (o “domingo”)?

a) “Lo mismo que me dieron a mi mis padres (después de todo ya le quitaron tres ceros a la moneda)”.

b) Lo mismo que te dieron tus padres, ajustando la inflación que ha habido en este tiempo.

c) Lo mismo que reciben los amiguitos o compañeros.

d) Lo que necesita (de acuerdo a un presupuesto realizado en conjunto).

5) ¿Cuándo se debe de empezar a dar semana a un hijo?

a) “Nunca, yo les doy el dinero que necesiten cuando lo necesiten”.

b) “Nunca, debo yo controlar y aprobar todos los gastos que realicen”.

c) Cuando entren a secundaria y sean más independientes.

d) Cuando conozcan el valor de cada billete y moneda y sepan contar hasta el cien.

6) Si tu hijo adolescente te pide un aumento de semana, ¿cuál debe ser tu primera pregunta?

a) ¿Qué, ya tienes novia?

b) ¿Por qué piensas que te lo mereces?

c) ¿Qué gastos adicionales tienes?

d) ¿Cuánto de este aumento vas a destinar para tu ahorro?

7) Te enteras que tu hijo decidió comprarle a un amiguito algún objeto demasiado caro (que acordó pagar en mensualidades pero que aún así es demasiado caro e innecesario). ¿Qué haces?

a) Felicitas al niño por sus altas aspiraciones y le ayudas a pagarlo.

b) Castigas a tu hijo por soñador y confiscas el regalo.

c) Permites al niño conservar el regalo y vigilas, personalmente, que cumpla con los pagos.

d) Devuelves el regalo y estableces un plan para comprar un objeto alternativo (pero más adecuado al presupuesto).

8) Tus padres (o suegros) te preguntan qué regalarle a tus hijos en Navidad ¿qué contestas?

a) “Regalos y dinero” (los nietos son para consentirlos).

b) Nada, el afecto no se debe comprar.

c) Lo dejas en manos de los abuelos, que ellos decidan.

d) Tomas una decisión mediando entre lo que el niño quiere y los objetos que necesita.

9) ¿A qué debe destinar un niño o adolescente su dinero?

a) A lo que quiera (siempre y cuando no sean objetos prohibidos).

b) A ahorrar.

c) A útiles y artículos necesarios para la escuela.

d) Lo debe dividir entre gasto y ahorro.

10) Tienes la posibilidad de dar a tu hijo adolescente alguna de las siguientes formas de pago ¿Cuál eliges?:

a) Una tarjeta de crédito en la que tu pagas los gastos (después de todo uno trabaja para consentir a sus hijos).

b) Una tarjeta de crédito y que tu hijo pague los gastos (que aprenda a manejar los límites).

c) Nada, que utilice puro efectivo.

d) Una chequera o tarjeta de débito.

Si contestaste…

La mayoría A: “Límite” es una palabra que no entra en tu vocabulario, el dinero es sinónimo de cariño. En una parte tienes razón, como padre uno debe querer y consentir a los hijos... pero con inteligencia. El mejor amor que puedes dar (y que a largo plazo es el que ellos más van a agradecer) es el de darles las armas y conocimientos necesarios para que sean capaces de enfrentar los problemas de la vida y que aprendan a lidiar con “el mundo real” que van a conocer más adelante.

La mayoría B: El dinero es un mal necesario y tus lecciones están basadas en recetas estrictas. Quizá lo que quieres es ahorrarle a tus hijos el tener que lidiar con un mundo financiero tan complejo y complicado; sin embargo, no debes hacerlo: La educación financiera no debe de ser algo impuesto o forzado debe de ser un aprendizaje que el niño entienda y razone.

La mayoría C: Tristemente el mundo no es un lugar maravilloso, no eduques a tus hijos como si lo fuera, demasiada ingenuidad lleva a crear expectativas poco adecuadas a la realidad. Como todas las lecciones de la vida, no te arriesgues a que tus hijos las aprendan “en la calle”, ya que la información que reciban puede ser errada.

La mayoría D: Estás consciente de que la educación financiera es un proceso de “estira y afloje”, que no se puede educar a los hijos esperando perfección absoluta en sus acciones y que se debe tener cierta tolerancia a los errores que se cometan.

*Especialista en Finanzas Personales.

Doktor Dinero

www.doktordinero.com

adina@doktordinero.com

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