lunes, 16 de agosto de 2010

DIARIOS DE JUNIO: Letras libres, agosto

Diarios ¿íntimos? en LETRAS LIBRES de agosto

Alberto Kalach
Tedi López Mills
Carmen Boullosa
Carlos Reygadas

http://www.letraslibres.com/index.php?art=14828

Aquí puedes leer el texto del primer artista de la lista: Arq. Alberto Kalach

Junio 1
Hoy ni una cita, ni un compromiso. Trataré de mantenerme alejado del teléfono, de los correos, de los amigos, y trabajar en el proyecto para los jardines de la ex hacienda Tzalancab. Sobre la mesa, bitácora de viaje con croquis y anotaciones de la primera visita al sitio, decenas de fotografías, papel, lápices de colores, compendio de árboles, la enciclopedia de plantas tropicales, paquete de Delicados sin filtro, ginebra Bombay y música celestial de Arvo Pärt.
Limitar la extensa paleta vegetal, marcar, definir, crear lugares significativos dentro de la selva.
En algún lugar leí que “garden” viene de gard –guardar, limitar, proteger...
El jardín es una abstracción de la naturaleza, una recreación artificial que ayuda a apreciar lo natural. Crear otro orden con los mismos elementos, con las mismas reglas, sin otro propósito que halagar a los sentidos.
Imaginar y transformar los espacios exteriores de la hacienda, darles un nuevo sentido. Aprovechar las largas albarradas que delimitaban corrales de ganado y sembradíos para transformarlos en jardines selváticos con temas y ambientes diferentes.
Luis Barragán decía: pensar los jardines como casas y las casas como jardines.
Diferentes estancias: la plaza de ceibas, el huerto, el jardín de las musas, la colección de palmas, el jardín de rocas, plumerias y papayas; el campo de henequén, el orquidiario, la colección de cactáceas, la de aloes y suculentas; fuentes, estanques y albercas conectados por canales.
Me propone Juan Palomar tomar una de las lecciones de la arquitectura ceremonial maya: mirar por encima de la copa de los árboles para divisar el horizonte sobre el extenso mar que es la selva. Pensar un alto mirador, esculpir un gran cenote en el suelo calcáreo, en esta esponja de roca permeada por el agua; mantener algunas estructuras como ruinas, la arquitectura reclamada por la selva. Sí, jardines como estancias.
Además, habrá que emprender la reforestación de toda el área, devolverle a esta selva cansada, explotada, deforestada sus grandes árboles, sus ceibas, sus parotas, sus cedrelas, sus zapotes...
Un proyecto de reforestación para la selva yucateca.

Junio 5
María ha organizado con sus compañeros de la preparatoria una reforestación urbana. ¿Dónde? En el llamado Bosque de Aragón. Un parque sorprendente al oriente de la ciudad que iguala a Chapultepec en superficie, establecido hace tan solo cincuenta años sobre suelos salitrosos del vaso de Texcoco. Operado con muy pocos recursos (ya sabemos adónde va el dinero público), el parque florece como un milagro.
Con el apoyo de Rosalía Tostado, directora del parque, diez esforzados jardineros dirigidos por don Abelardo Martínez y su hijo Fidel, 49 estudiantes y una destartalada pipa de agua plantaron más de trescientos fresnos, ombúes, pirules, palmas y acacias de buen tamaño. Asistí emocionado como espectador.
Confiados en las lluvias que pronto llegarán y en la destartalada pipa, casi tan vieja como el parque, estos árboles crecerán en Aragón y en la memoria de cada uno de los muchachos que ayudaron a plantarlos.
No tengo duda de que las reforestaciones urbanas pueden mejorar nuestras ciudades, escondiendo la fealdad de sus arquitecturas y refrescando un poco nuestra estancia en esta vida.

Junio 8
Visita de obra a r27.
Es emocionante ver cómo se transforma Paseo de la Reforma.
Más de diez nuevas torres vienen a sumarse al concierto de edificios altos que ahora conforman la emblemática y arbolada avenida que trazó Maximiliano en el siglo xix con gran visión. Este fenómeno de construcción colectiva es resultado de una acertada política urbana de densificar las zonas céntricas de la ciudad. Aunque de arquitecturas diversas, la forma, el carácter y el funcionamiento de las ciudades es producto de aciertos o errores en la planeación urbana.
La torre que construye ica en el número 27 es, en parte, resultado de estas políticas, que, aunque han sido discrecionales y cambiantes, han mantenido una idea urbanística: densificar y conformar la gran avenida. En este caso, se construyen 25 niveles de departamentos y cinco sótanos de estacionamiento que requieren una excavación profunda en suelo suave y arcilloso, un verdadero reto constructivo. (Nuestra ciudad trata de suplir equivocadamente el deficiente sistema de transporte público con enormes estacionamientos privados. Otras ciudades en el mundo, como Manhattan, apostaron por mejor transporte público y prohibieron la construcción de nuevos estacionamientos. Las ciudades son organismos vivos que tienen que pensar y modificar sus políticas urbanas constantemente.) La torre avanza a su ritmo, es llevada de manera impecable por el ingeniero Piero Arienzo. La estrategia de construcción es crucial para que no se convierta en una torre de Babel. Las etapas, el movimiento de materiales, albañiles, técnicos: todo está previsto, calculado, con notables medidas de seguridad. Una obra en serio.
Cuando pienso en toda esta organización, especialmente en los verdaderos héroes, los albañiles, me ubico mejor en la obra: soy tan solo el arquitecto: visitante fugaz que inició el proceso, imaginando, para después sorprenderse de lo trabajoso que resulta llevar a cabo lo que en los dibujos (cien o doscientas veces mas pequeños) parecía fácil. Así son las ideas, semillas que a veces caen en tierra fértil y prosperan.
Sin recubrimientos ni ornamentos, la torre se levanta como una estructura lógica y sencilla. Lo que vemos, el esqueleto, es la forma final que define los espacios; es la expresión del edificio, sin maquillaje.

Junio 11
Hoy juega México vs. Sudáfrica. ¡Perfecto! Solución definitiva al tráfico; que todo mundo se quede en su casa viendo la televisión.
Recuerdo una idea que Arturo Rosenblueth propuso hace treinta años para resolver el problema de tráfico: la ciudad de 24 horas. ¿Por qué todos tienen que entrar a trabajar a la misma hora? ¿Qué tal horarios escalonados, siempre que se pueda? Más actividades nocturnas: no solo bares, también librerías, galerías, museos, cines, oficinas, estudios de artistas, técnicos, profesionistas...
Es necesario ser más eficientes, aprovechar mejor los recursos.
Recuerdo también la genial idea (no sé de quién) que de un día a otro aumentó considerablemente la circulación en el Viaducto tan solo pintando una línea adicional ¡para convertir dos carriles en tres!
Mejorar el transporte público, unir zonas inconexas, revisar el sentido de algunas calles, impartir educación vial, reglamentar las paradas de los autobuses y promover el uso seguro de la bicicleta son medidas más económicas y eficaces que la monstruosa construcción de segundos pisos. Pensar la ciudad como un organismo vivo, cambiante, debe ser un ejercicio constante.

Junio 14
Recorrido urbano en bicicleta.
La bicicleta es el verdadero transporte del futuro: ágil, económico, ecológico. Pero ¡qué peligro en una ciudad de energúmenos que piensan que la bicicleta es un juguete para que los niños jueguen en el patio de su casa! Entonces, siempre que se pueda, ir por las rotas y maltrechas banquetas, siempre y cuando existan; cuando no, entre camiones y microbuses.
¿Cruzar por Chapultepec? Buena idea pero imposible: ¡hoy es lunes y está cerrado! Sí, cerrado; así lo dispuso la “autoridad” del bosque. ¿Circular alrededor? Tampoco: la banqueta fue tomada por el estado mayor presidencial desde hace apenas ¡veinte años! Bueno, pues a jugarse el pellejo.
La bicicleta me proporciona un sentimiento de libertad, y eso tiene su precio.

Junio 16
Visita a la biblioteca pública Vasconcelos.
Regreso periódicamente a la biblioteca. Ahora, bajo la dirección de Federico Hernández y su grupo de jóvenes y entusiastas bibliotecarios, la nave va viento en popa. Tengo el propósito de que se terminen las obras de los jardines y del invernadero de plantas tropicales que rodean a la biblioteca; ambas quedaron inconclusas. Aunque la lluvia es un gran aliado, para hacer de este jardín un lugar extraordinario se requieren trece verdaderos jardineros que lo cuiden y un pequeño presupuesto para herramientas, fertilizantes, tierra, piedras, y algunas plantas más.
Por ahora, a Conaculta no le interesa el jardín (en México los jardines todavía no son considerados como parte del patrimonio artístico cultural) y conseguir dinero privado parece remoto. La biblioteca hasta ahora ha recibido solo dos donativos importantes: uno de Bill Gates (todas las computadoras) y otro de la empresa española Iberdrola (todo el mobiliario). Ningún donativo de mexicanos; me temo que esa práctica no es muy común en nuestro país. Existe un patronato que hasta ahora no ha conseguido ni un solo libro. Nada de esto me extraña cuando recuerdo que hace algunos años un grupo de pseudointelectuales y otros falsos políticos se manifestó en contra de la construcción de la biblioteca. Argumentaban que por qué una gran biblioteca y no muchas pequeñas. Su posición me parecía correcta; sin embargo, era mejor construir una que ninguna. Hace ya ocho años de la lamentable discusión en torno al proyecto de la biblioteca; desde entonces, salvo un par de excepciones, no se han construido bibliotecas en el país, ni grandes ni pequeñas. La política actual es la de construir grandes cárceles, segundos pisos para automóviles y circos efímeros con fuegos artificiales.
Qué curioso: de esto casi nadie se queja.

Junio 17
Expedición urbana a Interlomas. Desgraciada desde el nombre, Interlomas se conecta al resto de la ciudad por un par de arterias colapsadas por el tráfico. Esta extraña y remota urbanización al poniente de la ciudad de México alberga a miles de personas que viven, comercian y trabajan de manera diferente al ciudadano común. Un mundo en sí mismo, con sus propios problemas y sus propias fantasías. Se accede siempre desde lo alto pues el desarrollo ocupa la cota más baja de una cañada, donde confluyen dos arroyos que ahora, desde luego, están entubados y contaminados. Antes de descender a la urbanización, se logran ver enormes anuncios que despuntan sobre las construcciones; el más alto de todos, que nos da la bienvenida, es el internacional icono de McDonald’s; muchos otros lo secundan.
Conformada por múltiples conjuntos amurallados, de casas, de torres de departamentos, de centros comerciales o de agencias de autos de todas las marcas, Interlomas se articula por extensas planchas de estacionamientos y vialidades, muchas de ellas sin banquetas peatonales. Un desastre urbano, producto de la insensata y voraz especulación inmobiliaria; informe, deforme, sin centro, sin parques ni plazas, donde el único espacio público es el arroyo para autos, casi siempre paralizados por el intenso tráfico.
Orientarse en esta parte de la ciudad es difícil, la arquitectura es estrambótica y anodina, las calles y avenidas no tienen nombre; sin embargo, existen postes que sostienen racimos de letreros con nombres de comercios y flechas en todas direcciones. La cantidad de letreros es abrumadora, y se suman a otros de mayor dimensión en las fachadas de los edificios, más otros gigantes, “espectaculares”, por encima de todo. Este conjunto desquiciante describe, más que a una sociedad múltiple y diversa, el egoísmo y la ceguera colectivos.
Lo único que vincula este amasijo urbano son las insuficientes calles llenas de baches y topes, muchas cerradas a la libre circulación (son privadas), bordeadas por líneas amarillas en absolutamente todas sus guarniciones. Aquí y allá, intentos aislados de vegetación mutilada, arte topiario, algunas glorietas con esculturas impensables, una de ellas, la más intrigante, es la de un enorme gato de bronce de cinco o seis metros de largo; al menos el gato sirve para orientarme de regreso.
¿Quién vivirá en Interlomas?

Junio 19
Mientras escribo estas líneas, veo a través de mi ventana panorámica (2.3 m de alto por 19 m de largo) una tormenta extraordinaria, la primera del verano. Cuando llueve así pienso que el mundo está salvado, aunque la ciudad se inunde. El cielo y la tierra se unen para iniciar de nuevo el ciclo de la vida. Una sinfonía de verdes, que van desde las más luminosas fosforescencias hasta los profundos verdes-negros, se enciende poco antes de que caiga la noche que lo envuelve todo.
La silueta de los enormes fresnos y ahuehuetes se recorta contra el resplandeciente cielo urbano. Un águila regresa a su alto nido.
¿Llegará mi musa esta noche?
Junio 21
Visita al cárcamo de Diego Rivera.
La obra de restauración del cárcamo de Diego Rivera avanza a paso lento. Tratándose de una obra de gobierno, el dinero se encuentra en un limbo administrativo que demora la ejecución de los trabajos.
Ubicado en la segunda sección del bosque de Chapultepec, el cárcamo formaba parte del sistema de agua potable que sigue abasteciendo a gran parte de la ciudad. Bombeada a gran distancia desde el río Lerma (por absurdo que parezca), el agua llegaba directo hasta aquí para después distribuirse en cuatro gigantescas cisternas que, además de cumplir con su estricta función de almacenar el agua, eran verdaderas piezas de land art. El agua no pasa más por el cárcamo, pues, pese a las previsiones del artista (el mural fue pensado para estar bajo el agua), se deterioraba sin remedio.
Ahora el agua es desviada por un lado del pequeño edificio para llegar a las cisternas. Rivera, en su faceta de arquitecto y muralista, concibió esta pieza de infraestructura hidráulica como un pequeño templo de ecléctico estilo, difícil de definir; es un poco la síntesis del neoclásico moderno utilizado en la Italia de Mussolini, con estilizada ornamentación tolteca. Se llega al templete rodeando una fuente-escultura dedicada al dios Tláloc. Se accede, a través de un pórtico, al espacio donde, bajo una bóveda, se encuentra el cárcamo de aproximadamente 6 m x 6 m x 3 m de profundidad, pintado en su totalidad con el mural subacuático titulado El agua, origen de la vida.
Después de más de diez años de estar cerrada y olvidada, esta pieza de arte total le será devuelta al público como una sala que formará parte del proyecto dirigido por Eduardo Vázquez Martín para el nuevo Museo de Historia Natural.
La intervención, además de la restauración misma, incluye una pieza sonora dentro del edificio, concebida por el artista Ariel Guzik, que recreará la presencia del agua.
Frente al cárcamo y la fuente de Tláloc, se lleva a cabo la transformación de una extensa plancha de estacionamiento en un suave anfiteatro conformado por un talud de pasto de 5 m de altura, que tiene como escenario la fuente y el templete.
Desde arriba, una nueva perspectiva permitirá apreciar la fuente desde un ángulo que ayudará a disfrutar mejor la pieza de Rivera.

23 junio
Hoy renuncié finalmente a tramitar la construcción de dos pequeñas casas pensadas en ladrillo y madera. Aunque parecía sencillo obtener las licencias, teniendo todos los documentos oficiales en orden, la perspectiva cambió al momento de pararse una vez más frente a una ventanilla.
Obtener los permisos para construir, no un gran edificio sino solo un par de casas, requiere más tiempo y esfuerzo que la construcción misma. Cambian los jefes de gobierno, los delegados, los secretarios de Desarrollo Urbano, pero la corrupción sigue en aumento. Al parecer no hay remedio.
Habrá que contratar un gestor: “dicen hablar el mismo idioma que nuestras autoridades”.

Junio 28
Despegamos desde la ciudad de México rumbo a Mérida. De inmediato sobrevolamos una enorme extensión de tierra yerma; el lago de Texcoco desecado. ¿Cuándo volveremos a ver el reflejo de los volcanes sobre el gran espejo de agua? ¿Cuándo cambiaremos la basura y pobreza de la periferia urbana por la riqueza colectiva y la armonía con el entorno natural? El avión se aleja y ese viejo sueño queda atrás, latente, en espera de una sociedad más justa, más optimista, más emprendedora.
Una tormenta tropical nos desvía al aeropuerto de Cancún por unas horas, para finalmente regresar a Mérida. Recorremos el Paseo Montejo con sus grandes casonas señoriales de otra época.
La ciudad parece estar dormida bajo el calor y la lluvia incesantes. De ahí, manejamos 70 km hasta la pequeña pero monumental ciudad de Izamal. Dentro de la traza urbana, tres enormes pirámides conviven con el gran convento de austeridad franciscana del siglo xvi. Escalinatas rampantes conducen al gran atrio elevado que da acceso al convento y la catedral, seguramente construidos sobre otra pirámide.
La pirámide mayor mide más de 150 metros por lado y tiene las esquinas redondeadas. Cubierta parcialmente por la vegetación, con algunos árboles monumentales en su parte más alta, parece pertenecer más a la geografía que a la historia.
Otro complejo prehispánico, quizá lo que fue un palacio, sorprende por el enorme tamaño, poco común, de sus piedras, tanto en la escalinata como en los restos de pilastras y cornisas.
La lluvia constante y el canto alborotado de los zanates cubren todo Izamal. Jardines selváticos entre albarradas, pequeñas casas mayas y anodinas construcciones más recientes se dispersan por la periferia del pueblo hasta el límite con la extensa selva baja.
Una recta interminable nos conduce hasta la pequeña hacienda de Tzalancab.

Junio 29
Los trabajos de restauración y adecuación del pequeño casco prosiguen. Hay nobleza y austeridad en estas construcciones, estancias íntimas y a la vez señoriales. Alturas generosas, pórtico al sur, tejaván al norte, ventilación cruzada en todos los espacios, penumbra y frescor: una lección de arquitectura.
Junto con Ingrid y Pedro, expertos en palmas y excelentes paisajistas, iniciamos los trabajos del jardín. Cal, hilos, estacas y piedras para el trazo de taludes y nuevas albarradas; movimiento de tierra: el trascabo, la retroexcavadora y doce incansables jardineros inician los trabajos en campo. Dudas, siempre dudas: ¿Valdrá la pena mover toda esta tierra? ¿Todas esas piedras? A diferencia de la arquitectura, en la construcción de jardines los planos y dibujos son solo una guía, nunca la solución definitiva. Las decisiones finales se toman ahí, valorando el paisaje, las piedras y sus formas, la vegetación existente, no la imaginada; árboles y palmas ejemplares, totalmente inesperados, que, como invitados estelares, cambian el desenlace de la fiesta. Improvisaciones sobre un tema con múltiples variantes.
Terminados los trabajos del día, comida y tequilas para regresar después, en la tranquilidad de la tarde, a imaginar de nuevo, a tratar de ver lo que no está, a poner en claro las ideas y a oír el canto de las aves. ~
-Alberto Kalach

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